Los terremotos pueden causar efectos psicológicos más graves y no se forman hasta que las situaciones de los individuos regresen a la normalidad. La sensación de confusión, el temor, la agitación, el dolor y la ira que rodean a un gran acontecimiento traumático, dan paso a más trastornos psicológicos, una vez que las necesidades básicas de la población han sido atendidas, dicen los expertos. Francisco Martínez León, jefe del programa de atención psicológica a distancia de la UNAM explica los tres síntomas más comunes que se experimentan después de un terremoto.  
  1. Hipersensibilidad al entorno.“Cualquier movimiento que antes nos parecía normal, ahora nos parece que es un sismo o tenemos la sensación constante de movimiento”.
  “Esto no es un acto consciente, pero estamos prestando atención a cosas que normalmente no nos causan impresión”, indica.  
  1. Ansiedad exacerbada.Este se manifiesta en varios signos físicos, como dificultad para conciliar o mantener el sueño, irritabilidad o ataques de ira, dificultad para concentrarse y respuestas exageradas de sobresalto.
  “La ansiedad después de un sismo nos trae muchos signos físicos que son más evidentes cuando hay rigidez muscular, dolores de cabeza e insomnio prolongado”.  
  1. Pensamientos de desolación constantes. Aunque es normal tener incertidumbre tras un sismo de estas características, las ideas persistentes de desolación y tristeza son indicativas de un estrés agudo.
  “Se piensa constantemente sobre qué va a pasar o qué va a ser de uno en la posibilidad de una réplica, y se tienen constantes recuerdos del evento”.  

¿Cómo puedes tratar los síntomas?

Estas señales de estrés pueden considerarse normales hasta dos semanas después de un evento catastrófico, aunque deben ser atendidos con primeros auxilios psicológicos, como una terapia breve o con charlas con amigos sobre cómo se sienten y cómo se pueden ayudar. Martínez da algunas recomendaciones que se pueden llevar a cabo en casa:  
  • Escuchar música suave
  • Pintar
  • Hacer actividad física leve que no implique salir a la calle
  • Evitar tener contacto con las imágenes de derrumbes posterior al sismo
  • Charlar con amigos sobre cómo se sienten
  Preparar y tener a la mano kits de emergencia, puede ayudar a la persona a sentirse más segura ante una eventualidad, por lo que se recomienda tener las pertenencias más importantes en orden. Llorar las primeras dos semanas es un síntoma normal, pero se debe cuidar que los episodios no sean frecuentes, porque en ese caso se trata de inicios de depresión, Para atender los síntomas de estrés post-traumático, puedes llamar a los especialistas de la UNAM para recibir atención psicológica a distancia: 41 61 60 41, y del Consejo Ciudadano: 55 33 55 33. Si las señales de estrés persisten dos semanas después del sismo, se recomienda que haya una terapia psicológica más a fondo, pues se trata de un trastorno más grave que estrés post-traumático.  

Lo más nuevo

También puede interesarte

Joya 93.7 FM

Sigue las notas y las novedades más importantes del momento

Suscríbete