El reciente lanzamiento del álbum “The Life of a Showgirl” de Taylor Swift ha desatado una inesperada conversación que nadie vio venir: su canción “Opalite” presenta similitudes sorprendentes con el clásico “Dos Enamorados” de Luis Miguel, y las redes sociales no pueden dejar de hablar del tema.

La cantante estadounidense, quien domina la industria pop global con su inigualable capacidad para reinventarse, lanzó su más reciente producción discográfica. Sin embargo, los oídos más entrenados de internet detectaron algo peculiar en una de las canciones del álbum: el coro de “Opalite” tiene un aire familiar que transporta directamente a la década de los 80.
El encuentro inesperado entre Luis Miguel y Taylor Swift que nadie anticipó
“Dos Enamorados” es una joya del catálogo de El Sol de México, una canción que marcó a toda una generación de latinoamericanos. La melodía, caracterizada por su instrumentación enérgica y su atmósfera romántica, presenta elementos que según miles de usuarios coinciden notablemente con el sonido que Taylor Swift plasmó en “Opalite”.
La controversia ha puesto sobre la mesa preguntas interesantes sobre la inspiración artística, los homenajes musicales y la delgada línea que existe entre el tributo y la apropiación. Algunos usuarios han utilizado el término “plagio” para describir la situación, mientras que otros prefieren verlo como una muestra de cómo la música latina ha influenciado a artistas de talla mundial.
Lo fascinante de esta situación es cómo ha servido para que nuevas generaciones descubran o redescubran el legado musical de Luis Miguel.
Hasta el momento, ni Taylor Swift ni su equipo de producción han emitido declaraciones oficiales sobre las comparaciones. Los créditos de “Opalite” no incluyen ninguna referencia a la canción de Luis Miguel ni a sus compositores originales, lo que ha alimentado aún más la especulación y el debate en línea.
Mientras el debate continúa en redes sociales, una cosa es segura: tanto “Opalite” como “Dos Enamorados” están experimentando un resurgimiento en reproducciones. Las plataformas de streaming reportan aumentos significativos en las escuchas de ambas canciones, demostrando que, al final del día, la música tiene el poder de conectar generaciones y atravesar fronteras culturales.