Antes de convertirse en una de las voces más reconocidas de la música mexicana, Alejandro Fernández tenía en mente una carrera completamente diferente: la arquitectura. Durante su etapa universitaria, estudió y desarrolló un profundo interés por la arquitectura mexicana, especialmente por el trabajo del renombrado arquitecto Luis Barragán.
Este interés no desapareció con el tiempo. Actualmente, Fernández reside en una casa en Guadalajara diseñada por Andrés Casillas, discípulo y amigo cercano de Barragán. La propiedad, que ha sido su hogar durante varios años, refleja su aprecio por la arquitectura y su respeto por el legado de quienes la crearon.
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Alejandro Fernández comparte cómo su pasión por la arquitectura mexicana influyó en su vida
“Cuando empecé a estudiar Arquitectura, tenía un maestro que era un apasionado de la arquitectura mexicana. Me nació el amor por ella, y él idolatraba a Barragán”, recordó el cantante.
La casa, conocida como la “Casa Rosa”, fue diseñada en 1978 y combina la grandeza de la arquitectura mexicana moderna con la calidez de una vida en pareja. Aunque ha sido renovada en su interior, Fernández decidió mantener intacta su estructura original para honrar su valor arquitectónico.
La casa, además de ser un reflejo de su gusto por el diseño, alberga recuerdos entrañables. Uno de ellos es un osito de peluche confeccionado con la ropa de su padre, el fallecido Vicente Fernández. “Mi mamá tuvo el detalle de, cuando falleció mi papá, agarrar la ropa que usaba y mandar a hacer estos ositos”, compartió emocionado.
La historia de Alejandro Fernández demuestra cómo las pasiones de la juventud pueden influir en las decisiones y gustos personales, incluso cuando se toma un camino profesional diferente.