En un gesto que reafirma su compromiso social, Bad Bunny ha convertido la Navidad en un momento de esperanza y alegría para miles de niños y jóvenes puertorriqueños. A través de la Fundación Good Bunny, el artista ha iniciado una quinta edición del evento “Bonita Tradición”, una campaña que va mucho más allá de los regalos y se consolida como un verdadero movimiento de transformación social.
Bad Bunny impulsa talentos en Puerto Rico
Este martes, la fundación comenzó su despliegue de solidaridad en el municipio de Aguas Buenas, estableciendo una alianza estratégica con Boys & Girls Club de Puerto Rico. La iniciativa no solo entrega regalos, sino que siembra sueños: instrumentos musicales como teclados, guitarras y timbales; equipamiento deportivo que incluye guantes de boxeo, pelotas y bates; y materiales artísticos como libretas de dibujo, lienzos y pinceles.
La magia de la jornada se multiplica con actividades que hacen brillar los ojos de cientos de niños y adolescentes. Karaoke, pintura facial, actuaciones de teatro y magia cortesía de la compañía Agua Sol y Sereno y del Circo Fest, transforman un simple evento en una experiencia inolvidable. Cada detalle está diseñado para inspirar y motivar a la juventud puertorriqueña.
Lo más innovador de esta edición es la estrategia de distribución. Los obsequios no solo llegarán a un punto específico, sino que se expandirán por toda la isla, tocando lugares fundamentales como centros hospitalarios, hogares para menores, centros de apoyo para víctimas de violencia de género y espacios dedicados a personas con diversas capacidades físicas o condiciones como el autismo.
José “Che Juan” Torres, director de la Fundación Good Bunny, resume la esencia de esta noble iniciativa: “Nos entusiasma llevar el espíritu de la alegría navideña mientras motivamos a nuestros niños y jóvenes a seguir adelante en sus sueños”. Su mensaje resuena con la filosofía de Bad Bunny de ser “cómplices de sus aspiraciones”.
Esta campaña no es solo un regalo de Navidad, es un mensaje poderoso de esperanza, inclusión y amor. Bad Bunny demuestra una vez más que su impacto va más allá de la música, transformando realidades y sembrando oportunidades para las nuevas generaciones de Puerto Rico.
Nota de interés: Raphael preocupa por su estado de salud tras sufrir accidente cerebrovascular