La ofrenda es ese ritual colorido donde se comparte con los difuntos el pan, la sal, las frutas, los manjares culinarios, el agua y si son adultos, el vino. Ofrendar es estar cerca de nuestros muertos para dialogar con su recuerdo, con su vida. Podríamos decir que la ofrenda es el reencuentro con los que quisimos y ya no están físicamente.
Esta tradición viene desde la época prehispánica y hasta nuestros días se continúa realizando.
Aquí te decimos los elementos básicos que debe tener el altar a tus muertos.
1. El agua.
La fuente de la vida se ofrece a las ánimas para que mitiguen su sed después de su largo recorrido y para que fortalezcan su regreso. En algunas culturas simboliza la pureza del alma.

2. La sal.
El elemento de purificación sirve para que el cuerpo no se corrompa, en su viaje de ida y vuelta para el siguiente año.

3. Velas y veladoras.
La flama que producen significa “la luz”, la fe, la esperanza. Es guía, con su flama titilante para que las ánimas puedan llegar a sus antiguos lugares y alumbrar el regreso a su morada. En varias comunidades indígenas cada vela representa un difunto, es decir, el número de veladoras que tendrá el altar dependerá de las almas que quiera recibir la familia. Se pueden colocar en cruz, representando los cuatro puntos cardinales, de manera que el ánima pueda orientarse hasta encontrar su camino y su casa.
4. Copal e incienso.
El copal era ofrecido por los indígenas a sus dioses ya que el incienso aún no se conocía, este llegó con los españoles. Es el elemento que sublima la oración o alabanza. Se utiliza para limpiar al lugar de los malos espíritus y así el alma pueda entrar a su casa sin ningún peligro.

5. Las flores.
Adornan y aromatizan el lugar durante la estancia del ánima. En muchos lugares del país se acostumbra poner caminos de pétalos que sirven para guiar al difunto del campo santo a la ofrenda y viceversa.
El cempasuchil (Zempoalxóchitl) deshojada, es el camino del color y olor que trazan las rutas a las ánimas.
Los indígenas creían que era una planta curativa, pero ahora solo sirve para adornar los altares y las tumbas de los difuntos.

6. El pan.
El ofrecimiento fraternal es el pan. La iglesia lo presenta como el “Cuerpo de Cristo”. Elaborado de diferentes formas, el pan es uno de los elementos más preciados en el altar.

7. El retrato.
Colocar una foto del difunto es opcional, si decides colocarla, se sugiere debe quedar escondido, de manera que solo pueda verse con un espejo, para dar a entender que al ser querido se le puede ver, pero ya no existe.

8. Comida.
La comida que más disfrutaba el difunto a manera que sea un gran banquete para él.

9. Las calaveras de azúcar.
Estos dulces son alusión a la muerte siempre presente. Puedes colocarle el nombre del difunto en la frente.

10. Papel picado.
El altar puede ser adornado con papel picado, con telas de seda y satín.

¿Listo para armar el altar de tus difuntos?
Tema de interés: Papel picado en la ofrenda