Aunque muchas de estas posturas tienen consecuencias en nuestra salud a diario, algunas son fáciles de corregir y otras que por ser un hábito aprendido con los años tienen una mayor dificultad al momento de hacerlo.
Te compartimos las malas posturas más comunes.
Síndrome de la cartera.
Es más común en los hombres, pues al colocarse en el bolsillo trasero del pantalón la cartera y sentarse durante horas, se convierte en una especie de aumento para el glúteo y da lugar a un dolor lumbar crónico.
Cruzar las piernas.
Es una de las malas posturas más comunes y puede producir dolores musculares derivados del intento del cuerpo por recuperar su alineación natural.
Mirar el teléfono.
Cuando usamos el teléfono normalmente agachamos la cabeza y el cuello se flexiona, al estar por mucho tiempo en esa posición causa dolor y con el tiempo una lesión más grave.Tener la silla de trabajo mal acomodada.
Es importante acomodar la altura de la silla, para que los pies toquen el suelo, que las rodillas y caderas formen un ángulo de 90 grados.
Sentarse en la parte delantera de la silla.
Muchas de las lumbalgias que ocasionan esta mala práctica se solucionan simplemente acostumbrándonos a utilizar todo el asiento y apoyando la espalda en el respaldo.
Llevar bolsas demasiado pesadas.
Este problema afecta principalmente a las mujeres, pues suelen ser muy grandes y pesados, lo que afecta la postura al caminar.
Posición de la computadora.
La pantalla de tu computadora debe estar de frente, ya que si, se sitúan a un lado de la mesa es necesario girar un poco la cabeza y por eso se producen posturas incómodas. Además, para mantener una inclinación saludable del cuello al trabajar la línea de visión se debe fijar como punto de partida en la parte superior de la pantalla.
Levantar cosas del suelo flexionando el tronco.
Este mal hábito produce dolores de espalda, pero si se hace de forma habitual puede provocar hernias de espalda. La forma adecuada de levantar objetos del suelo es doblar las rodillas y bajar el cuerpo para levantarse junto al peso.
Al dormir.
Esta es una de las costumbres más difíciles de cambiar ya que al dormirnos actuamos de forma inconsciente, dormir bocabajo, con la cabeza de lado, en una almohada muy baja, dura o alta, etc. Se genera tensión en el cuello y problemas respiratorios al comprimir el peso del cuerpo el tórax.