Miguel Bosé, el reconocido cantante de 67 años, generó controversia el martes 13 de febrero al asistir a una misa en honor a la productora Tina Galindo.

Durante su salida de la iglesia, Bosé sorprendió a los reporteros al evitar enérgicamente cualquier intento de acercamiento, adoptando una actitud distante que ha llevado a algunos a calificarlo de grosero.
El cantante, conocido por su discreción, ingresó silenciosamente a la iglesia mientras la misa ya estaba en curso. Al salir, la prensa lo abordó, y Bosé acusó a los reporteros de empujarlo y “apresarlo”.
Pese a las insistencias de los periodistas para detenerse, Bosé se negó a ofrecer declaraciones, esquivando incluso preguntas sobre el robo ocurrido en su casa en agosto de 2023.
La actitud de Miguel, quien ha compartido abiertamente detalles sobre el robo en programas españoles, contrasta con su reticencia a hablar sobre el mismo tema con la prensa mexicana.
Esta negativa ha generado molestias entre los medios, ya que el cantante ha sido más receptivo y colaborativo con la prensa de España en comparación con la mexicana.
La cancelación por parte de algunos seguidores y la crítica hacia la actitud de Bosé resaltan la importancia de la relación de los artistas con los medios y la necesidad de manejar estas situaciones de manera más diplomática para evitar posibles repercusiones en su imagen pública.
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