¿Quién no ha degustado de este delicioso pan acompañado de un chocolate caliente?
Es una rica tradición esta temporada y por ello, te compartimos el origen de este pan de muerto como lo bautizaron.
El reconocido historiador gastronómico Ricardo Bonilla, comentó que este platillo tiene distintas versiones de su surgimiento.

En 1519, había una tradición prehispánica en la que se sacrificaba una princesa cada cierto tiempo y su corazón era sumergido en una olla con amaranto y un verdugo mordía de este como ofrenda. Después de la conquista, los españoles no estaban de acuerdo con estos sacrificios, por ello impusieron una nueva costumbre, elaboraban un pan de trigo en forma de corazón bañado en azúcar color rojo, simulando la sangre y de ahí surgió el pan de muerto.
Otros historiadores dicen que el nacimiento de ese pan se basa en un rito que hacían los primeros pobladores de Mesoamérica a los muertos que enterraban con sus pertenencias y entre ellas figuraba el pan hecho con amaranto, salpicado con sangre de los sacrificados en honor a los dioses.

¿Por qué tiene esa forma?
Se dice que las cuatro líneas representan los cuatro puntos cardinales del calendario azteca, que a su vez se relacionan con las cuatro principales deidades aztecas (Quetzalcóatl, Xipetotec, Tláloc y Tezcatlipoca).
Otras personas dicen que las líneas representan los huesos de aquellos que han muerto y la bolita del centro representa el corazón o el cráneo.

Sin duda, es un elemento indispensable con historia dentro de los hogares mexicanos en esta época.