La legendaria actriz del cine de oro mexicano, Silvia Pinal, dejó un legado que ya está generando controversia entre sus herederos. En un giro inesperado, la lectura de su testamento se adelantó al 17 de diciembre, abandonando la fecha original del 15 de enero de 2025, en un encuentro que tuvo lugar en la residencia de María Elena Galindo, actual albacea tras el fallecimiento de su hermana Tina Galindo.
La reunión familiar congregó a los principales herederos, incluyendo a sus hijos Sylvia Pasquel, Alejandra Guzmán y Luis Enrique Guzmán, así como a sus nietas y bisnietas. También estuvo presente Efigenia Ramos, quien fuera asistente personal de la diva por más de tres décadas. La gran ausente fue Frida Sofía, quien, según se confirmó, está contemplada en el testamento a pesar de su ausencia.

El sorpresivo adelanto del testamento de Silvia Pinal
Lo que prometía ser una reunión formal para conocer la distribución del patrimonio de la última diva del cine de oro mexicano se convirtió en un encuentro marcado por tensiones y desacuerdos. Según reportes de diversos medios, la familia se dividió en tres frentes distintos, liderados respectivamente por Alejandra Guzmán, Sylvia Pasquel y Luis Enrique Guzmán.
Un momento particularmente tenso se vivió cuando Michelle Salas confrontó a su tío Luis Enrique sobre presuntas irregularidades financieras ocurridas en 2023. Además, surgió una disputa relacionada con Efigenia Ramos, quien aparentemente heredó el 5% de una valiosa colección de arte, decisión que no fue bien recibida por algunos miembros de la familia.
Entre los bienes más significativos del legado se encuentran propiedades en el Pedregal y Acapulco, varios edificios y estacionamientos en la Ciudad de México, y una impresionante colección de arte que incluye obras de Diego Rivera. El Teatro Silvia Pinal, ubicado en el centro de la capital mexicana, podría pasar a manos de Sylvia Pasquel.
La salida más comentada fue la de Alejandra Guzmán, quien abandonó la reunión con visible tensión. Según observaciones de Pati Chapoy, su lenguaje corporal sugería desacuerdos durante la lectura. A pesar del hermetismo mantenido por la familia, las primeras grietas en la unidad familiar comienzan a manifestarse públicamente.