Por: Angélica De Gyves
Durante una entrevista reciente con Anette Cuburu, la reconocida cantante mexicana Yuri abrió su corazón al compartir una etapa de su vida en la que deseó emular a Madonna, la icónica “Reina del Pop”. Esta aspiración, según explicó, surgió de un periodo de inseguridad personal que la llevó a intentar replicar tanto la actitud como la estética de la artista estadounidense
“Quería ser como Madonna, bailar como ella, hacer sus shows como ella, tocarme las bubis”, expresó Yuri, quien incluso llegó a ser conocida como “la Madonna mexicana”. Sin embargo, con el tiempo y tras reforzar su fe evangélica, Yuri afirmó haber encontrado su propio estilo y personalidad artística, alejándose de la necesidad de compararse con otras figuras.
Yuri revela que quiso parecerse a Madonna por sentirse acomplejada, pero hoy abraza con orgullo su autenticidad y trayectoria en la música.
La intérprete de 61 años también abordó el tema de la inseguridad en un contexto más amplio, señalando cómo las redes sociales y los estándares de belleza actuales pueden influir en la percepción que las personas tienen de sí mismas. “Hay tantas mujeres en redes sociales que se ponen aquí y allá. ¡Sí hazte tus arreglitos! Yo también me los hago, se vale, pero llega un punto donde te pasas porque no quieres envejecer… Se llama inseguridad”, afirmó.
Yuri reflexionó sobre la importancia del apoyo familiar en la infancia para desarrollar confianza en uno mismo. Según la cantante, la falta de respaldo en los primeros años de vida puede generar miedo, temores e incertidumbre en la etapa adulta. “Eso pasa cuando de niño no tienes apoyo de tus papás. ¿Cómo creces? Lleno de miedo, de temores, incertidumbre”, señaló
Actualmente, Yuri se siente segura de su talento y de su lugar en la industria musical. “Puedo tener a Céline Dion al lado, que canta espectacular, o a Whitney Houston, que en paz descanse, que las admiro, pero yo tengo lo mío”, afirmó, subrayando su confianza actual y su capacidad para valorar su propio estilo sin necesidad de compararse con otros grandes referentes de la música.